domingo, febrero 22, 2009

la mala suerte de ser piscis

A pesar del cielo tan puro y del sol ya caliente, el viento soplaba todavía igual de frio, los árboles seguian tan despojados como en invierno. Para hacer fuego tuve que cortar una de aquellas ramas que yo creia muertas y de ella brotó la savia , mojandome el brazo hasta el codo y denunciando, bajo la corteza helada del árbol, un corazón tumultuoso.

lunes, febrero 16, 2009


Hablo con mi abuela en el lecho de muerte en el que nunca estuvo. Una visita desagradable e inoportuna a la que se recibe con la mayor amabilidad. La cadena puesta en el camino, para que nadie pueda pasar sin permiso. Intentar levantarse pronto para hacer un montón de cosa imprescindibles. Me pruebo 27 gafas y no me gusta ninguna. Hago 2 colas en 2 ventanillas diferentes. Compro flores de color rosa oscuro. Saco dinero.

viernes, febrero 13, 2009

la tormenta






















Con la luz del sol por la mañana dándome en la cara, a través de las ventanas empañadas por el calor de la habitación. Primero todo es de color rojo, y las intensidades van cambiando…después cuando él se pone encima mía todo se vuelve de un color azúl…y es así durante un rato, mientras estiro el cuello, con la boca entreabierta.

A lo lejos, en el cielo se ven los tornados absorviendo todo lo que encuentran a su paso. La tormenta avanza, los remolinos se acercan por todas partes y el cielo ahora es gris oscuro, casi negro.
Y salgo a salvarte, para que la tormenta no te lleve lejos de mí, para que no desaparezcas con este viento infernal e insoportable que me aterra. Salgo corriendo decidida a salvarte y con miedo de no llegar a tiempo, con miedo de que el tornado llegue hasta ti antes que yo, y te trague y te engulla y no te vuelva a ver nunca.



martes, febrero 10, 2009

caballero de terciopelo

Cuando muera me da igual lo que hagan con mi cuerpo, pueden convertirlo en una obra de arte si quieren, lo dono a Gunther von Hagens …para que con él haga lo que quiera, y después de muerta pueda seguir viajando por todo el mundo y estar más presente incluso que cuando estaba viva. Tambien pueden enterrarme en un bosque del norte, al pie de un árbol grande y hacer una cruz en el tronco, con mis iniciales y la fecha de mi muerte. Pueden quemarme y hechar las cenizas al mar. Pueden llorar y gritar las personas que estén tristes por mi muerte. Pero aconsejo que lo hagan cerca del mar, en la orilla, arrodillados en la arena, o sentados en las rocas, y con el viento en la cara y el ruido de las olas solapando su llanto.

Espero vivir lo suficiente como para llegar a ser vieja, ver a mis sobrinos crecer y experimentar, ver a mis padres envejecer , ver a mis hermanos madurar, encontrar al amor de mi vida, enamorarme, formar una familia, ver a mis hijos crecer, ver nacer a mis nietos, ver como crecen ellos, mientras yo voy haciendome pequeñita pequeñita, y llegar a ver mi pelo blanco y mis viejas manos…

habitaciones